martes. 16.04.2024

La Sección Quinta de la Audiencia de Pontevedra, con sede en Vigo, acogerá los días 17 y 18 el juicio contra una mujer acusada de quedarse con joyas de diversos establecimientos para los que trabajaba como comercial en Vigo, Pontevedra y Ourense, y para la cual la Fiscalía solicita una pena de 10 años de prisión.

 

En su escrito de conclusiones provisionales, al que ha tenido acceso Efe, el Ministerio Fiscal expone que, durante varios años, la procesada, S.S.D., mantuvo una relación contractual de exposición y venta a domicilio de artículos de una joyería de Vigo, y que fruto de esta relación le fueron entregados artículos para su venta a particulares. Desde al menos diciembre de 2010 hasta septiembre de 2011, la acusada ni pagó el precio ni devolvió los efectos de joyería, valorados en más de 400.000 euros; y tampoco abonó el importe correspondiente a las joyas vendidas a plazos, que ascendía a más de 350.000 euros.

 

En agosto de 2011, S.S.D. se puso en contacto con otro establecimiento de la ciudad para ofrecerse para la venta a plazos a particulares a cambio de una comisión, tras lo cual consiguió un contrato y recibió, en diversas entregas, joyas por un valor superior a los 600.000 euros. La acusada regresó a la joyería 49.000 euros con cargo a las joyas vendidas e "hizo suyo en ilícito ánimo de lucro" las joyas no vendidas y el producto de las ventas. El Ministerio Fiscal mantiene que, más tarde, S.S.D. repitió este procedimiento en otras joyerías que valoran el perjuicio en 104.000 euros, en uno de los casos; en 103.000 euros, en otro, y en casi 25.000 euros, en el último.

 

Considera que los hechos relatados son constitutivos de un delito continuado de apropiación indebida, por el que solicita una pena de siete años de prisión y multa; y de un delito de estafa, por el que pide para la acusada tres años. Alternativamente, y de considerarse a S.S.D. autora de un delito continuado de estafa, solicita una pena de 9 años de prisión, multa y el pago de una indemnización que supera el millón y medio de euros.

Piden diez años de prisión para una comercial que se quedó joyas de tiendas