Los padres de Desirée Vila, la joven gimnasta que acabó perdiendo una pierna al ser necesario practicarle una amputación tras un accidente en un entrenamiento, se han mostrado "satisfechos" con la sentencia que condena al traumatólogo que la atendió a 2 años de cárcel y 4 de inhabilitación como autor de un delito de lesiones por imprudencia grave. Además, este hombre, Pedro L.P., deberá indemnizar a Desirée Vila, que ahora tiene 18 años y reside en el Reino Unido, en 2,1 millones de euros y pagar los gastos previsibles de asistencia y en el perjuicio patrimonial por incremento de costes de movilidad en las cantidades que se determinen.
De estos importes responderán de forma directa, conjunta y solidariamente el traumatólogo, varias aseguradoras y, subsidiariamente, el Centro Médico El Castro de Vigo, donde trabajaba Pedro L.P. La madre de la joven, María Jesús Bargiela, ha asegurado, en declaraciones a los periodistas, que la familia no esperaba "conseguir todo lo que pedimos" a la hora de interponer una demanda contra el traumatólogo.
Según recoge el fallo judicial, este hombre actuó con la "despreocupación más absoluta y clamorosa por la suerte que pudiera correr su paciente". "Más no podíamos conseguir.
La pierna no se la van a devolver, pero que lo inhabiliten era para mi una de las cosas más importantes o, por lo menos, que se sepa que puede ocurrir esto para que estén más atentos a los pacientes cuando ocurre un accidente", ha expresado María Jesús. Así, ha mostrado sus esperanzas en que un caso como el de su hija "no vuelva a pasar nunca" y ha celebrado que la indemnización vaya a permitir a Desirée "hacer una vida lo más normal posible con sus prótesis y poder hacer deporte y demás".
El padre de la chica, Víctor Vila, cree que la resolución del Juzgado de lo Penal número Tres de Vigo, encargado del caso, es "justa", y ha afirmado que la familia "en ningún momento" busca que el traumatólogo condenado "entre en la cárcel".
No obstante, ha destacado que en el texto se deja "clarísimo" que no atendieron la gravedad de la lesión de Desirée "a tiempo", "que fue dejadez y que fue muy tarde cuando realmente descubrieron lo que tenía". "Y aún así no actuaron como tenían que actuar, a nuestro pesar", ha lamentado Vila, que espera que este caso marque un precedente y sirva para que "nadie pase por lo que hemos pasado nosotros".
Ahora, se encuentran a la espera de conocer si Pedro L.P. recurrirá la sentencia ante la Audiencia de Pontevedra. En caso positivo, ha añadido Victor Vila, la familia seguirá "peleando y luchando". Desirée, según han narrado sus padres, "está contenta con el resultado" y sigue cursando sus estudios superiores de Turismo en Reino Unido donde, además, perfecciona su inglés y participa en labores sociales. "Está muy contenta allí", ha finalizado la madre.
