viernes. 19.04.2024

La Fiscalía pide una pena de 27 años de cárcel para el único investigado por el crimen de Ana Enjamio, una joven de Boqueixón (A Coruña) acuchillada hasta la muerte en el portal de su casa en Vigo en diciembre de 2016, por los delitos de asesinato, con las agravantes de alevosía y ensañamiento, y de acoso.

 

El Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Vigo ha acogido esta mañana la vista preliminar previa a la apertura de juicio oral en relación con el crimen de Ana Enjamio, en la que el único investigado, César A.O., no ha acudido al juzgado, sino que el trámite se ha realizado por videoconferencia desde la cárcel.

 

La Xunta, que ejerce la acusación popular, eleva la petición de pena a 33 años por los delitos de asesinato, otro de acoso o subsidiariamente acoso ilegítimo, y otro delito por vulneración de la intimidad. La magistrada acordó ampliar la medida de prisión provisional en dos años. Además de la pena de cárcel, la Fiscalía de Vigo pide para el acusado una orden de alejamiento de un radio de 500 metros respecto de los domicilios de los padres y hermano de la víctima, así como a ellos mismos dondequiera que se encuentren durante diez años por encima de la pena de prisión que se le imponga.

 

Como responsabilidad civil, pide que indemnice a cada uno de los padres de la víctima con 200.000 euros, y a su hermano con 50.000 euros, en concepto de daño moral ocasionado a cada uno de ellos. En su escrito de acusación, la Fiscalía hace constar que Ana Enjamio inició una relación sentimental con César A.O. a los dos meses de conocerlo en la empresa Grupo Cablerías, en O Porriño, en la que ella empezó a trabajar a mediados de 2015.

 

También relata que el acusado, casado y con dos hijos de corta edad, se fue a vivir con la víctima durante unos meses, hasta que ella decidió romper la relación, lo que él "no aceptó". César A.O. trató de convencerla a menudo de que volvieran a estar juntos, pese a saber que ella había reiniciado una relación con una expareja. Sostiene el fiscal que el acusado llegó a "obsesionarse completamente" con la víctima, hasta el punto de confesarle a algunos amigos y conocidos que había roto su familia por estar con ella y si no estaba con él, tampoco iba a estar con su nueva pareja.

 

El acusado, según el escrito del fiscal, le llegó a arrebatar el móvil a la víctima sin que ella se diera cuenta para enviarle al nuevo novio de ella fotos de ambos desnudos de cintura para arriba en la cama; le instaló una aplicación para saber con quién se comunicaba y para enviarles mensajes ocultando su procedencia. A partir de que se presentó varias veces en su vivienda para reprocharle su nueva relación, Ana Enjamio se fue a vivir a un piso compartido con otras chicas porque tenía miedo a estar sola.

 

El acoso no paró ahí, ya que según sostiene el ministerio público, César A.O. hostigó a la pareja tanto a través de correos electrónicos como en persona, y se llegó a apuntar en el mismo gimnasio al que acudía ella. El 16 de diciembre de 2016 se celebró la cena de Navidad de la empresa en la que trabajaban víctima y acusado, en la que ella le pidió que la dejara en paz y que se marchara.

 

Ana Enjamio se fue con tres amigas y tras ellas salió el acusado, quien se apresuró para llegar antes que la víctima a su edificio. Cuando ella abrió el portal, el acusado la abordó y después de una breve discusión la amenazó con un arma blanca con una hoja de unos 11 centímetros de longitud y unos 2 centímetros de anchura. Entonces la acorraló y la obligó a ir hasta el fondo del portal produciéndole varios cortes, al principio superficiales, en el cuello, el abdomen, un brazo y la ropa, mientras ella le pedía a gritos que la dejara.

 

A continuación, César A.O., "con el fin de quitarle la vida", le tapó la boca con una mano y con la otra le clavó el cuchillo o navaja repetidamente en varias zonas de su cuerpo mientras ella trataba de evitarlo con sus manos, en las que recibió varias cortadas. Incide el fiscal en que la acuchilló repetidas veces, ocasionándole múltiples heridas, y "aumentando brutal y deliberadamente" de esa forma el sufrimiento de la víctima. Un total de 28 heridas fueron cortopunzantes, de las cuales doce le alcanzaron el corazón y seis de éstas se lo atravesaron, lo que le produjo un shock hipovolémico que determinó su muerte instantánea.

 

Fue un vecino quien descubrió el cadáver de la joven tendido en el suelo del portal sobre un charco de sangre. Sostiene el fiscal que César A.O. se llevó el móvil de la víctima, del que se deshizo, al igual que del arma del crimen y de la ropa y el calzado que vestía, y que acudió a casa de sus padres para ducharse. César A.O. fue enviado a prisión el 21 de diciembre de 2016 tras comparecer ante el Juzgado de Violencia sobre la Mujer, cuando solo contestó a las preguntas de su defensa.

 

En la víspera, la Policía Nacional desarrolló un registro en la vivienda en la que el sospechoso convivía con sus padres, en la zona de Candeán, en busca de pruebas. El hombre fue detenido en el hospital, donde ingresó con cortes en las muñecas y el cuello, tras autolesionarse, y fue dado de alta para, desde allí, ser trasladado a Comisaría, antes de ser puesto a disposición judicial.

La Fiscalía pide 27 años de cárcel para el acusado del crimen de Ana Enjamio