sábado. 20.04.2024

El conocido como 'Rey de los gitanos' de Galicia, Sinaí Giménez, y varios de sus familiares del clan de los Morones serán condenados a penas mínimas de prisión por agredir a un abogado y a varios guardias civiles durante un altercado ocurrido en 2014 en los exteriores de los juzgados de Tui (Pontevedra).

 

El juicio contra todos ellos, previsto para este miércoles en el Juzgado de lo Penal número 1 de Pontevedra, se celebró finalmente por conformidad tras alcanzar los acusados un acuerdo con la Fiscalía y con la acusación particular tras dos horas de negociación. Sinaí Giménez, que ha comparecido por videoconferencia al estar en prisión desde el pasado mes de julio, ha aceptado ser condenado a un año de prisión por delitos de atentado a la autoridad y lesiones y pagar una multa de 1.440 euros.

 

"Estoy de acuerdo con esta pena", ha señalado Giménez, que ha asegurado estar "arrepentido" y ha pedido perdón a las víctimas, garantizando que "lo más pronto posible" pagará las indemnizaciones que ha fijado el juzgado, 9.000 euros para el abogado agredido y otros 2.000 euros a los agentes de la Guardia Civil que resultaron heridos.

 

Su hermano Saúl, por su parte, será condenado a seis meses de prisión, mientras que tanto su hermana Consuelo como su prima Déborah se han conformado con un año de prisión por los delitos de obstrucción a la justicia y lesiones con una multa de casi 3.000 euros cada una.

 

Otro de los hermanos del 'Rey de los gitanos', Marino Giménez, ha sido absuelto al no haberse probado que participó en la reyerta a las puertas de los juzgados. Juan Paulo Giménez, el cuarto hermano del clan de los Morones acusado por estos incidentes, continúa en busca y captura como sospechoso de ser el autor material de un tiroteo en una fiesta de pedida de mano en O Porriño, el que resultaron heridos dos jóvenes de la colectividad gitana de los Zamoranos. Por ese motivo, no ha acudido hoy a los juzgados de Pontevedra, por lo que la Fiscalía mantiene por ahora la acusación contra él.

 

El abogado de los acusados, Marcos García Montes, ha mostrado su satisfacción por el acuerdo alcanzado para sus clientes, ya que ha asegurado que no había "pruebas concluyentes" contra ellos, por lo que "todos tuvimos que ceder un poco" para zanjar este asunto. La celebración de este juicio obligó a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado a blindar los juzgados de Pontevedra ante la posibilidad de que, como en otras ocasiones, se produjeran incidentes que, finalmente, se redujeron a amenazas e insultos contra los medios gráficos que cubrían el juicio. La Fiscalía pedía penas de cárcel para los seis acusados por el tumulto de Tui que oscilaban entre seis años y medio y un año y medio de prisión.

 

El altercado en cuestión se produjo tras la puesta en libertad con cargos, en abril de 2014, de los dos detenidos por el asalto a la casa del patriarca del clan conocido como los Morones, Olegario Giménez, un guardia civil y un agente forestal. Entonces se vivieron momentos de gran tensión, con intercambio de golpes entre familiares y amigos del patriarca gitano y agentes de la benemérita a la salida del abogado del guardia civil J.A.P.G. y el agente forestal A.P.G., quien recibió varias patadas y fue evacuado en ambulancia.

 

Tras conocer la resolución de la jueza de Tui, los ánimos se fueron caldeando tras una larga tarde de espera y comenzaron a proliferar los gritos de "justicia", "asesinos", "corruptos" y "racistas", hasta que se produjo el tumulto. El entonces "rey de los gitanos", el padre de Sinaí Giménez, tuvo que interceder y ordenar la retirada de familiares y amigos de los exteriores de los juzgados, con lo que los dos asaltantes pudieron acceder, escoltados por un amplio dispositivo policial, al vehículo que los esperaba sin mayores problemas.

Penas mínimas para clan Morones por agredir a un abogado y a guardias civiles