jueves. 28.03.2024

Un hombre de 91 años, Manuel Benito A.L., acusado de atropellar en marzo de 2016 en el municipio pontevedrés de A Guarda al volante de su coche a un grupo de ciclistas, dos de los cuales murieron, se ha acogido a su derecho a no declarar en la vista oral de juicio celebrada en Pontevedra. Su abogado ha explicado que el acusado ya prestó declaración ante la Guardia Civil y en los juzgados y que actualmente no está en condiciones de salud para someterse a un nuevo interrogatorio.

 

La Fiscalía ha mantenido su petición de cuatro años de prisión por los delitos de homicidio por imprudencia grave, tras la muerte de dos ciclistas, y siete delitos de lesiones por imprudencia grave, hacia otros tantos más integrantes del grupo. El 12 de marzo de 2016 hacia las 11:00 horas en un tramo de la carretera PO-552, en el lugar de San Xián, parte del pelotón de ciclistas aficionados que circulaban po0r la zona fue arrollado por un vehículo todoterreno que conducía Manuel Benito A.L..

 

En el lugar del atropello murió José Antonio Casás, y diez meses más tarde, Diego Freiría, mientras que otro ciclista, José Antonio Vilán, profesor e investigador de la Universidad de Vigo, quedó con graves secuelas y sufre incapacidad permanente absoluta. Vilán ha declarado hoy ante el tribunal que el accidente le cambió la vida completamente, porque ahora sufre una incapacidad permanente con problemas de visión doble y "me falla el equilibrio, no coordina y tengo problemas de memoria".

 

Anteriormente, el académico era responsable de la mecánica del primer satélite gallego y del calorímetro del nuevo acelerador de partículas, un proyecto mujltinacional que se desarrolla en Alemania con un presupuesto superior a 1,2 billones de euros. En total, la Fiscalía solicita imponer al acusado el pago de una indemnización de casi 3,5 millones y medio de euros al grupo de ciclistas heridos, de los cuales 1,8 millones para Vilán y 437.000 para la viuda de uno de los fallecidos. Los herederos del segundo ciclista fallecido renunciaron a toda acción civil tras haber sido indemnizados antes de la celebración del juicio. Los agentes de la Guardia Civil que acudieron al lugar del siniestro señalaron que constataron una "distracción total" por parte del nonagenario.

 

El atropello se produjo en un tramo recto, con visibilidad y con condiciones "óptimas" para la conducción. Además, han apuntado que el conductor, además de sobrepasar la velocidad permitida, no hizo ninguna maniobra evasiva o de frenado y han señalado que el tramo de carretera del lugar del siniestro está ampliamente señalizado como zona en la que suele haber circulación de ciclistas. El nonagenario fue localizado en un bar a algo más de un kilómetro de distancia y dio negativo en el control de alcoholemia y de drogas y, entre otras cuestiones, se comprobó que no había recibido llamadas que pudieran alterar la conducción durante los minutos previos al accidente.

 

Por su parte, el conductor del vehículo que iba detrás del coche del nonagenario ha explicado que los ciclistas circulaban en dos filas paralelas y próximas al arcén y ha detallado cómo el anciano no redujo la velocidad y arrolló uno a uno a todos los ciclistas. "Lo único que vi fue saltar ciclistas por arriba, por los lados y por debajo del coche", ha dicho. Ha añadido que, después del atropello y antes de continuar su camino, el anciano se bajó del coche para retirar el cuadro de una bicicleta que se había quedado enganchado en su vehículo. El juicio ha quedado visto para sentencia.

El acusado de atropellar un grupo de ciclistas en A Guarda decide no declarar